A los pocos años del triunfo de los guerrilleros marxistas en Cuba y la llegada al poder de Fidel Castro, y del “Che Guevara”, asesino serial, se empezaron a entrenar y exportar guerrilleros a varios países de Latinoamérica, entre ellos a México. Su teórico objetivo, terminar con la pobreza, la explotación, y establecer gobiernos como el marxista cubano.
Fanatizados por las teorías marxistas de la lucha y odio de clases, las que justifican la violencia como un medio para alcanzar el poder, asesinaron, secuestraron, colocaron bombas y tacharon de represores a quienes los trataron de frenar.
Empresarios, campesinos que no se prestaron a ocultarlos, soldados y policías, fueron secuestrados, asesinados y torturados, sin que nadie los recuerde ni pida perdón por sus muertes.
Radicales de izquierda, colados en el actual gobierno, que ganó prometiendo combatir la corrupción, no ofreciendo un país socialista, han iniciado una campaña para convertir en héroes y en “valientes”, a quienes asesinaron y secuestraron para instaurar el fallido socialismo, que solo ha generado pobreza y dictaduras donde se ha instrumentado.
Causó un gran malestar que un fanático de izquierda en un alto puesto en la Secretaría de Cultura, calificara de “valientes” a quienes asesinaron en 1973, durante un intento de secuestro a Don Eugenio Garza Sada, empresario, que creó miles de empleos y fundador del Tecnológico de Monterrey, reconocido mundialmente como una de las mejores instituciones educativas.
A integrantes de ese grupo de asesinos, miembros de la liga comunista 23 de septiembre, a la que pertenecían quienes asesinaron a Don Eugenio, les dieron recientemente un trato de “héroes” en un evento en la otrora casa presidencial de los Pinos. Le solicitaron al Secretario de la Defensa pedir perdón por la desaparición de algunos de sus miembros. Nos preguntamos, quién va a pedir perdón por el asesinato de Don Eugenio Garza Sada, de otros empresarios y soldados asesinados por miembros de esos grupos violentos.
Si con el actual gobierno se reconocen oficialmente como héroes y victimas a los victimarios y violentos, no nos sorprendamos que pronto surjan nuevos grupos de violentos como en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.