A lo largo de 2019, organismos internacionales, como el Fondo Monetario internacional y el Banco Mundial, redujeron las estimaciones de crecimiento de la economía mexicana. Calificadoras y organismos financieros nacionales también bajaron las previsiones de crecimiento. Hasta la Secretaría de Hacienda, ya señala un crecimiento del 0.4%, muy lejano al 2% que originalmente calculó se iba a crecer.
Pero esas previsiones quedan grandes con las últimas dadas a conocer por diversas instituciones financieras.
La agencia calificadora Moody’s, en su cálculo más reciente, sitúa el crecimiento esperado en 0.2%, UBS en 0.1% y Standard Chartered en -0.1%, es decir, la economía de México decrecerá en lugar de crecer este año, según esos cálculos.
En el 2019, con base en esas expectativas, prácticamente no esperamos crecimiento. En el 2020 las expectativas ya son inferiores a las utilizadas para calcular los ingresos y gastos del sector público en el próximo año. Lo más importante de estas cifras es aclarar las verdaderas causas de la drástica reducción del crecimiento de la economía mexicana.
El primer error sería culpar a factores externos como la principal causa de la ausencia de crecimiento en México, esos factores si nos afectan, pero no son los determinantes. En el primer semestre del 2019, el sector automotriz exportó a EUA a niveles récord. La venta de autos a ese país aumentó en 9.2%, según datos de la AMIA y el INEGI. Las remesas, que dejan muchos más dólares que la industria petrolera, llegaron a niveles récord, y la economía de EUA se estima crecerá en 2.2%.
Es cierto, el cochinero de corrupción y deuda que dejó el gobierno priista de EPN, también afectó las finanzas del 2019, pero la causa fundamental de la baja de la inversión productiva, factor que es precursor del crecimiento, son las decisiones equivocadas del presidente López Obrador, como la cancelación costosa e innecesaria del aeropuerto de Texcoco, y el plan de salvamento de Pemex, que no contempla una mayor apertura a la inversión privada productiva.
Si se siguen tomando decisiones antieconómicas y no se rectifican las tomadas equivocadamente, que causan incertidumbre, el crecimiento no solo será de cero el 2019 también el 2020.