En México todavía los pobres son mayoría. Según datos del CONEVAL el número de pobres aumentó de 51.9 millones en 2018 a 55.7 millones en 2020, es decir, en el actual gobierno hasta 2020, cifras disponibles, hay 3.8 millones más de pobres. Y la pobreza extrema subió del 7% al 8.5%.
Los principales “clientes” de MORENA son los pobres, entre los cuales es más fácil comprar los votos, como lo hizo el PRI el siglo pasado y lo hace actualmente MORENA.
Al PAN lo apoya principalmente la clase media. La pérdida de la mitad de la CDMX por MORENA fue debida a la clase media, que el presidente López Obrador, proveniente de la clase media, la criticó y los llamó “aspiracionistas”.
En la reciente marcha a favor del INE, si contamos los que asistieron en la Ciudad de México y en aproximadamente 20 ciudades en el país, suman cerca de un millón, de los cuales más del 90% son de clase media.
MORENA es un partido cuyos triunfos se deben principalmente a los pobres, por ello les beneficia que aumente su número. El PAN es básicamente de clase media, que entre más crezca hay más posibilidades que gane elecciones.
Aunque entre los pobres hay muchos con dignidad, que la sobreponen a la necesidad de aceptar ayudas a cambio de su voto, todavía son el principal sostén de MORENA. Actualmente es más difícil que MORENA conozca por quien votó cada ciudadano. El PRI utilizó el método de pedirle a los votantes una foto de su celular donde mostraba el partido por el cual votó, pero con el voto electrónico es más difícil saber por quién se vota, aunque la gente ignorante por las dudas vota por MORENA.
A un humilde pescador le pregunté que por quién había votado, me dijo por MORENA. Le pregunte porqué, me contestó que le habían dado dinero, y me dijeron- me comentó- que si perdía MORENA las elecciones ya no tendría más ayudas. Lo mismo que les decía el PRI el siglo pasado a los votantes.
Al PAN le funcionó una frase que dice “agarra lo que te dan, pero vota por el PAN”. Esa no es la solución, sino que las autoridades electorales no solo castiguen con cárcel a quienes sorprendan comprando votos, sino les reduzcan el número de votos al partido que los compre. Para lograr esa meta es necesario un INE solido e independiente, que no le conviene a MORENA, por ello busca debilitarlo y controlarlo.