Uno de los errores de muchos economistas y políticos es afirmar que en el intercambio comercial lo que gana una parte lo pierde la otra: si hay más ricos habrá más pobres y, por lo tanto, si hay menos ricos habrá menos pobres.
Esa forma de ver los intercambios le llaman “juego de suma cero”, que se da cuando no hay creación de riqueza ni libertad de realizar las transacciones comerciales, pero cuando el comercio es libre ambas partes ganan, hay un ganar-ganar. Donde predomina el mercado el aumento de ricos resulta en menos pobres y la ausencia de ricos productivos implica normalmente más pobres, como lo demuestro con datos en el libro Desigualdad y distribución de la riqueza.
En su campaña Trump habló de las relaciones comerciales entre México y Estados Unidos como si se tratará de un “Juego de suma cero”, interpretación que el siglo pasado le dieron mercantilistas y socialistas a las relaciones comerciales entre países, que los llevó al aislamiento y a combatir la globalización.
La mayoría de los candidatos de izquierda en Iberoamérica parten del “juego de suma cero” en sus promesas, pues son atractivas, fácil de vender y dan votos entre un pueblo que no se adentra en el funcionamiento de la economía: “estás pobre por culpa de los ricos”, “si compras productos hechos en otro país se producirán menos en México”, “los productos extranjeros significan menos empleos en tu país”, predicaban los políticos que hace 23 años se opusieron a la firma del Tratado de Libre Comercio con EUA y Canadá. Vaticinaron que causaría pobreza y desempleo.
Trump, considerado “conservador” y de derecha, americanizó esas tesis y las utiliza para crear entre los desempleados y descontentos en EUA la idea que el desempleo lo generó el tratado de libre comercio con sus vecinos, aunque hay cifras que muestran que dicho tratado ha generado riqueza y creado millones de empleos en los tres países.
El desempleo en México y en EUA no es por el libre comercio, sino por políticas internas equivocadas en cada país, pero es más fácil echarle la culpa al vecino que señalar a sindicatos, al exceso de reglamentaciones, a los seguros de desempleo y a los altos impuestos, como los factores que crean el desempleo.