Durante décadas la educación primaria y secundaria en México fue víctima de una negociación perversa entre el partido en el poder y el sindicato de maestros, SNTE: tú, PRI, me das el monopolio del manejo de plazas y de maestros y yo, sindicato, te apoyo en elecciones.
Ese acuerdo no escrito, donde plazas, ubicación, sueldo y ascenso de maestros quedaron en manos del sindicato, se practicó por décadas.
Miles de millones de pesos fueron manejados anualmente por los líderes sin dar cuentas a nadie.
Su poder llegó a tal grado que desafiaron a su creador: el PRI, y fundaron su propio partido, que se vendía al mejor postor. En Oaxaca gobernadores priístas se pelearon con el sindicato a nivel nacional y apoyaron a un grupo de maestros radicales de izquierda para que se apoderaran de la sección 22 del sindicato. Así toma fuerza la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que no sólo maneja y manipula miles de millones, como los otros líderes del SNTE, sino financia y recluta a radicales violentos, que al convocar a huelgas y bloqueos por cualquier causa, dejan sin clases a un millón trescientos mil de niños a cada rato.
Ante el deterioro inminente del sistema educativo y la posición beligerante de la CNTE, ya en varios estados, que rompió el pacto de te doy dominio sobre millones y plazas para que me des apoyo en elecciones, el gobierno inicia la recuperación de la educación mediante la Reforma educativa, que retira al sindicato el poder sobre las plazas y miles de millones de pesos. Encarcelan a la líder del SNTE que se oponía a la Reforma, Elba Esther Gordillo, por desvíos millonarios, que durante años perpetró con el beneplácito de las autoridades. Los líderes de la CNTE aumentaron sus protestas ante una reforma educativa que les significa perder el control de plazas y de millonarios recursos. Y ante el arresto de sus líderes por delitos de los que gozaban de impunidad, ponen en acción a sus grupos de radicales, que no son infiltrados sino socios, para estrangular las carreteras de Oaxaca, engendrar provocaciones y una violencia que generó muertos, los que le dan fuerza a sus protestas y a sus principales objetivos: liberar a sus líderes y derogar una reforma que les quita el control de miles de millones