El gobierno neosocialista de la autollamada Cuarta Transformación utilizó para ganar votos en las elecciones del 4 de julio la vacunación contra el COVID, para lo cual dio previamente al gobierno su monopolio: “yo solito para que me cuelguen la medallita”. No solo se reservaron la vacunación para el gobierno sino al comienzo armaron brigadas con chalecos de MORENA que organizaban la vacunación y pedían la credencial de elector. Fue tan burda y grotesca la politización de la vacunación que llovieron críticas en medios de comunicación.
Suprimieron la ostentosa presencia de miembros de MORENA en los centros de vacunación, pero mantienen el monopolio estatal y piden una serie de requisitos burocráticos: credencial de elector, copia impresa de la cita obtenida vía internet, comprobante de domicilio, CURP y tener la edad programada para ese día. Colas de horas para llegar a vacunarse en muchas partes y días para conseguir todos los papeles solicitados. Ante esa lentitud y papeleo, más de 2 millones de mexicanos, según datos de la SSA, la mayoría de clase media, prefirieron vacunarse en Estados Unidos, donde solo les piden su nombre, una identificación, y en minutos los vacunan, sin importar su domicilio y nacionalidad.
Esa rapidez se debe en gran parte a que en EUA no solo vacuna el gobierno, también miles de empresas privadas: Walmart, Walgrens, Target, hospitales privados y más de 40 mil farmacias. En EUA se aplican en promedio 3.3 millones de vacunas diarias; en México 350,000, 9 veces menos. Únicamente en la semana previa a elecciones aumentó la vacunación diaria a 1 millón 640 mil, lo que confirma su politización.
Al 10 de septiembre del 2021 en EUA se vacunó al 53% de la población, en Canadá al 68.3%; en Chile al 72.4%, en El Salvador 47.2%, en Argentina,39.4%, en Brasil,34% y en México el 29.7%, proporción que representa menos de la mitad que el porcentaje de Canadá o Chile.Para consuelo del gobierno, en África solo vacunaron al 3.1% de la población, Nicaragua 3.9% y en Venezuela, 11.6%. Fuente: Our Word in data. (12/8/2021).
La mentalidad izquierdista de muchos de los funcionarios de la 4T, que desprecian todo lo que huela a empresa privada, y el afán de que el pueblo le agradezca solo al gobierno la vacunación, y les haga olvidar que las vacunas las compraron con dinero de los impuestos, es la causa de muchas muertes que se podían haber evitado si hubieran instrumentado la vacunación conjuntamente con la sociedad civil.