La crisis de los Estados Unidos fue originada por excesos de algunas instituciones financieras, que otorgaron hipotecas a bajos intereses a sectores que no tenían capacidad de enfrentarlas. El aumento de tasas de 1.1% en 2003 a 5% en el 2006, hizo evidente la incapacidad de pago de cientos de miles de deudores hipotecarios.
El otorgamiento discrecional de hipotecas provocó un aumento de precios en las viviendas y un auge en ese sector. Pero al subir las tasas terminó la fiesta y se llevó entre las patas a todas las instituciones que habían comprado bonos hipotecarios con esas fallas. La quiebra de fondos de inversión y de las principales empresas hipotecarias tuvo un efecto dominó, rompió frágiles equilibrios en otras instituciones financieras que trabajaban con altos niveles de riesgo.
La crisis en los Estados Unidos es para los socialistas una muestra del fracaso del capitalismo y para los partidarios del mercado un ejemplo del fracaso del socialismo financiero en EUA.
Las dos empresas hipotecarias que originaron la crisis, Fannie Mae y Freddy Mac, financiaron cuatro de cada cinco hipotecas el año pasado. Esas empresas fueron engendradas por el gobierno de EUA. Fannie Mae fue creada por el Presidente Franklin D. Roosevelt como parte del “welfare state” o estado benefactor. Freddy Mac, iniciada por el Congreso en 1970.
El columnista de la Revista Newsweek (27/10/08) Robert J. Samuelson afirma que el Congreso de los EUA fue cómplice de este desastre. En 1996 fijó un porcentaje de hipotecas que tenían que dar Fannie Mac y Freddie Mae a sectores de bajos y moderados ingresos en 40%; en 2005 lo aumentó más, a 52%. Además permitió operar a esas empresas hipotecarias con bajos niveles de capitalización.
La supervisión del Estado es importante para que funcionen los mecanismos de mercado, pero es peligroso que con la excusa de una mejor distribución del ingreso y de ayudar a tener una casa a los desposeídos, como pensó el ex presidente Roosevelt y algunos congresistas norteamericanos por motivos electorales, se creen instituciones financieras en las que el gobierno incentive créditos a personas sin capacidad de pagarlos y se comprometa a cubrirlos en caso de incumplimiento.