En una mesa redonda en la que abordamos el tema de cuál sistema económico genera más prosperidad y reduce la pobreza, les pedí me dieran un ejemplo de un país socialista donde la aplicación de las políticas estatistas y centralización de las decisiones económicas en los gobernantes, elevaron el nivel de vida y redujeron la pobreza en el siglo XX o en lo que va del XXI.
El socialismo, les dije, ya sea el que llegó al poder mediante una revolución violenta o el voto pacífico de la mayoría, no redujo la pobreza en ninguna parte. Ni en la URSS ni en Europa Oriental, ni en América: Bolivia, Nicaragua, Chile con Allende o Venezuela. Tampoco en África, en China, ni en Corea del Norte hubo progreso mientras se practicó el socialismo marxista o la socialdemocracia.
En ningún país del mundo bautizado como socialista, comunista o socialdemócrata, se elevó el nivel de vida de la mayoría de la población.
Un intelectual de izquierda presente en esa mesa afirmó que los países escandinavos, Suecia, Noruega y Dinamarca, son socialdemócratas, donde las políticas socialistas redujeron la pobreza y la desigualdad.
Le contesté que esos países son básicamente capitalistas, donde impera la propiedad privada, la competencia y la libertad económica, entorno base de la elevación del nivel de vida en los países escandinavos, también llamados nórdicos.
Visité Suecia y Noruega y no los considero socialistas. Visitar esos países ayuda a conocer bajo qué sistema opera, pero no es suficiente para determinar su eficiencia o fracaso, por ello en este estudio aporto datos para fundamentar la tesis de que los países escandinavos son más capitalistas que socialistas.
Es importante definir lo que es una socialdemocracia, calificativo que le dan algunos intelectuales de izquierda al sistema económico y político, que según ellos se vive en los países escandinavos, a los cuales presentan como ejemplo de éxito del socialismo democrático.
¿Qué es la socialdemocracia?
Entre los mismos que se dicen socialdemócratas hay diferencias sobre lo que es la socialdemocracia. Sus definiciones varían según a quién le preguntamos. Algunos dicen que son los gobiernos que llegaron al poder por una elección democrática, otros afirman que consiste en un socialismo pacífico que respeta los derechos humanos.
Visité y analicé la economía de los países escandinavos, y la conclusión es que actualmente no son socialdemocracias, sino economías de mercado, capitalistas, con programas de ayuda a los desempleados, adultos mayores, y servicios médicos en manos del Estado, como en Canadá, y una mayoritaria presencia del Estado en el sector educativo básico, pero con sólidos sectores privados, principales actores en la economía de Suecia, Noruega y Dinamarca.
La socialdemocracia es una ideología de izquierda, qué ante el desgaste y fracaso del marxismo, que llevó a países como la URSS y China a regímenes dictatoriales represivos, se presenta como un socialismo pacífico, posmarxista, revisionista, que busca el poder a través del voto del pueblo, no mediante la violencia.
Sus políticas son parecidas a las aplicadas en los países socialistas marxistas, pero no las implementan de golpe sino gradualmente.
En Inglaterra estuvo de moda entre los intelectuales y profesores universitarios el llamado Socialismo Fabiano, debido a que planteaba estrategias parecidas a las de un general romano, Quinto Fabio Máximo, famoso por ganar guerras con tácticas dilatorias y terminar gradualmente con el enemigo, le apodaban “Cunctator”, el que retrasa.
El Socialismo Fabiano nació en 1884 entre un grupo de intelectuales de la izquierda socialista, que no aceptaban totalmente el marxismo. Lo concibió la Sociedad Fabiana, de cuyas ideas se nutrió el Partido Laborista británico y Gandhi, cuando estudió en Inglaterra.
El socialismo fabiano, antecedente de lo que ahora llaman socialdemocracia, plantea políticas donde el Estado planifica la economía, crea empresas estatales para manejar los principales rubros de la producción, redistribuye la riqueza a través del Estado y justifica altos impuestos progresivos, los que tienen el teórico objetivo de reducir la desigualdad de ingresos.
Según los socialdemócratas, vía el gasto público se debe ayudar a los que menos tienen para sacarlos de la pobreza y crear bienestar para todos.
Si entendemos como socialdemócrata a un gobierno que llegó por el voto del pueblo, entonces tenemos que calificar como socialdemócrata a todo gobernante socialista que alcanzó al poder por medio del voto popular, lo que clasificaría a los gobiernos de Chávez y Maduro, que llevan 23 años gobernando Venezuela, como socialdemócratas.
Es difícil encontrar una definición de socialdemócrata que permita generalizar ese concepto. Un intelectual de izquierda, después de decirme que la socialdemocracia se distinguía por elegir por medio del voto a sus gobernantes, le pregunté si en Venezuela hay una socialdemocracia. Su respuesta, como la que me dan mis alumnos cuando no saben que decir y no contestan a la pregunta que les formulo, me dijo: “Venezuela es un Estado fallido”, ¡claro que los es!, -le dije- pero derivado de tu propia definición, de que los gobernantes socialistas que llegan al poder por el voto son socialdemócratas, Venezuela es una socialdemocracia.
Después citó a los países escandinavos como ejemplo del éxito de las socialdemocracias, lo cual puede ser cierto si consideramos socialdemócratas a todos los países que dan ayuda social a los pobres. Entonces casi todos los países del mundo, cuyos gobernantes llegaron al poder por el voto, no por la violencia, y tienen programas de ayuda a los pobres son socialdemócratas, empezando por Estados Unidos.
La socialdemocracia es un término que suena bonito, y quien se dice socialdemócrata busca aparecer como partidario de una posición ecléctica, ni capitalista ni socialista, sino en medio, lo cual es una posición cómoda, que les permite ganar popularidad. Esa posición la utilizan quienes, ante la falta de datos duros y claros para sostener las ideas de izquierda, se refugian en el término confuso de socialdemocracia para ganar simpatías entre los partidarios del socialismo y también entre ilusos empresarios, con complejo de culpa, por el dinero que tienen, y no entienden las causas de la pobreza.
Algunos académicos se sienten cómodos aplicándose la etiqueta de socialdemócrata, que suena bien, los presenta como moderados y la pueden llenar de diferentes contenidos.
Los países escandinavos no son actualmente socialdemocracias, sino economías de mercado, más cercanos al capitalismo que al socialismo, aunque instrumentaron políticas de ayuda a los desvalidos financiadas con aumento de impuestos, que paralizaron sus economías, principalmente en Suecia y Noruega, y provocaron la migración de personas y capitales en el pasado.
Analizamos a continuación las economías de los países escandinavos: Suecia, Noruega y Dinamarca, para aclarar su funcionamiento y demostrar que no son ejemplo de éxito de ningún tipo de socialismo ni de la socialdemocracia.