La aparición de historiadores que basan sus relatos en cifras y datos objetivos, más allá de creencias religiosas, ideologías políticas o intereses del grupo gobernante, puso fin a los mitos y leyendas como únicas referencias del pasado, sin embargo, todavía en el siglo XXI mitos siguen disfrazándose de la historia a través de novelas o relatos deformados de lo sucedido.
Si no hay narraciones objetivas, sin fanatismos, que lleven a reflexionar a las generaciones que no vivieron los acontecimientos, frases como “la matanza de estudiantes por el ejército el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco”, pueden convertirse en premisas indiscutibles para ese deporte hecho histórico.
Luis Pazos, autor de varios libros sobre problemas sociales de México, verdadero líder estudiantil en 1968, elegido democráticamente en su escuela, vivió ese movimiento como auténtico estudiante.
Pazos nos narra la historia de lo sucedido en Tlatelolco, sin pretender que se considere la verdad absoluta, pero afirma que su versión tiene más fundamento y lógica que la mayoría de las versiones recientes, las que según él están cargadas de compromisos ideológicos que distan mucho de lo realmente sucedido.